La asignatura de economía en la edad moderna me ha mostrado como se produjeron una serie de cambios entre los siglos XV y XVIII que cambiaron por completo no solo la propia economía, también cambió la propia sociedad.
Estos grandes cambios se vieron por varios factores. Se parte de un mercado que con el descubrimiento de América se amplia drásticamente. Esto provoca, que la clase mercantil que, ya durante el final de la Edad Media y el comienzo de la moderna, se estaba fortaleciendo adquiera un protagonismo mucho mayor tanto social cómo político (veáse el caso del Parlamento británico). Estos cambios de mercado traerían nuevas formas de pago, como las letras de cambio y los bancos modernos, y de compra-venta, con la aparición de las bolsas.
Pero los cambios en la economía producirán desequilibrios en la propia economía, creando un periodo de desequilibrios y ajustes conocido como Crisis del Siglo XVII. De esa crisis saldrán nuevas potencias económicas, que sustituirán a las viejas, por haberse adaptado mejor a la nueva situación. La hegemonía pasará de España y Portugal a Gran Bretaña y Francia.
Los cambios también se produjeron en la agricultura, base económica de la sociedad moderna. En este campo se introdujeron una serie de mejoras, de mayor o menor medida dependiendo de las regiones, que liberarían mano de obra y permitirían un crecimiento demográfico más equilibrado.
Otro punto a destacar es el desarrollo de las manufacturas, sobre todo de la industria textil, pues ocupaba el segundo lugar en gastos familiares de una familia campesina, que era la inmensa mayoría de la población. Aquí también se introdujeron mejoras y se cambió de una producción para un ámbito local, o a lo sumo en ferias, a unas ventas que se extendían a nivel intercontinental.
La conclusión final de forma muy resumida sería que en la Edad Moderna, se produce el paso de una economía básicamente rural y señorial a una economía capitalista.
martes, 3 de febrero de 2009
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